Desde que encontré trigo mote en el supermercado latino aquí en Florida tengo una obsesión con el. No me canso de preparar mis papas con mote y siempre estoy pensando nuevas formas de incluirlo en el menú. Y así es cómo descubrí que en inglés le llaman “Farro” o “ancient grains”, lo cual significa “granos ancestrales”.
El trigo mote como le decimos en chileno, o farro como le llaman aquí, es básicamente los granos de trigo pelado, secos los cuales se cocinan en agua. De la misma forma en que se prepara la quinoa, el arroz o la cebada. De hecho su apariencia y textura es bastante similar a ella.
Nutricionalmente hablando es bastante apreciado por ser libre de colesterol, ser rico en hierro y alto en fibra. Un cuarto de taza aporta el 10% del hierro diario necesario, el 2% del calcio y proporciona 7 gramos de proteína. Y cómo si todo esto fuera poco, es súper rico y fácil de preparar.
Así es que sabiendo todo esto, y teniendo en mis manos estos increíbles granos de trigo mote quise usarlos en una receta clásica de mi abuelita: Zapallitos (calabacines) Rellenos.
Botecitos de Calabacín rellenos de Farro
Ingredientes:
1 Taza de farro o trigo mote seco
2 Tazas de agua
3 Calabacines medianos
1/2 Cebolla en cubitos pequeños
1/2 zanahoria en cubitos pequeños
5 Champignones picados en cubos
3 dientes de ajos finamente picados
1 Cucharada de aceite de oliva
1 Cucharada de levadura nutricional
1 Cucharadita de tahini
1 cucharadita de pimienta negra
1 cucharadita de sal
Preparación:
- Lavar en abundante agua fria los granos de farro o mote y drenar.
- En una ollita mediana poner la taza de farro a cocinar en 2 tazas de agua fria, a fuego medio y destapado.
- El agua comenzará a hervir en menos de 5 minutos y podremos apreciar que poco a poco se va ir espesando. Al cabo de unos 15 minutos los granos habrán absorvido practicamente toda el agua, luciendo semi traslucidos y viscosos. Entonces retiramos del fuego y reservamos para más adelante.
- Cortar cada calabacín a lo largo por la mitad, y con la ayuda de una cucharita retirar las semillas y la mayoria de la carne, dejando sólo el exterior del calabacín en forma de “canoa”.
- Reservamos nuestras canoas para el final y la carne de los calabacines las procesamos en la licuadora. También reservamos para más adelante.
- En un sartén a fuego medio, saltear con la cucharada de aceite de oliva la cebolla finamente picada, los ajos y la zanahoria por cerca de 2 minutos.
- Agregar los champignones, dejar cocinar por un minuto para que comiencen a liberar líquido.
- Agregar el farro junto con el puré de calabacín. Es importante que ellos se incorporen simultáneamente ya que el faro estará pegajoso y el puré de calabacín proporcionará la humedad necesaria para que ellos no se peguen. Saltear durante unos 5 minutos revolviendo constantemente. Agregar agua si comienza a secarse.
- Agregar la cucharada de tahini, pimienta negra y sal. Mezclar,probar y retirar del fuego.
- Finalmente, rellenar cada uno de los calabacines, espolvorear levadura nutricional sobre ellos y llevar a horno pre calentado a 200ºC por 30 minutos. Los botecitos de calabacín van a estar cocidos al dente. Si los prefieres más suaves es necesario dejarlos en horno por lo menos 45 minutos. Tener en cuenta que los periodos de cocción varian de un horno a otro.
Como se pueden imaginar estos “botecitos” son exquísitos! Agregué Salsa de queso vegana que tenía en el refrigerador pero la clave está en el relleno. Es que el farro o mote entrega una textura muy particular, resistente a la mordida pero suave a la vez, además de ser un espesante en sí mismo. Absorve los líquidos y sabores que le entregues en la cocción, proporcionando una consistencia cremosa.
Espero que se entusiamen a usar estos deliciosos granos, y a probar esta receta ideal para un almuerzo o cena liviana, idealmente acompañados de ensalada.